¿Partidos políticos? ¿Para qué? La historia enseña que los regímenes políticos sin partidos no tardan en transformarse en dictaduras que pervierten los principios de participación y de representación, y promueven una simplificación artificial y empobrecedora de la política. Para nosotros, para mi generación, que arrastramos la larga historia de un partido que vivió durante décadas la tentación del partido único, la vida sin partidos es un mal sueño demasiado familiar. Por eso celebramos con entusiasmo el paso al régimen pluripartidista, porque sabemos cómo se vive sin partidos. Soledad Loaeza vía La Jornada http://www.jornada.com.mx/2018/09/20/opinion/025a2pol