Barbarie. Frente a un sujeto como éste, no queda más que la elemental táctica de teoría de juegos del Tit for Tat: vale la pena intentar cooperar con él, pero a la primera traición -por ejemplo, a la primera ocasión en que vuelva a mencionar no solo que pagaremos el Muro, sino la mera necesidad de construirlo-, el nuevo gobierno mexicano está obligado a responder con energía. El primer intercambio entre López Obrador y Trump no debe ser fuente de optimismo: la primera agresión contra nosotros, debemos estar ciertos, no tardará en llegar. Jorge Volpi Vía reforma https://refor.ma/A8-cbKmA

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