Antropomorfismo electoral. Debemos prevenir que a la elección del 1 de julio se le asigne un carácter orgánico. Las elecciones, es verdad, generan un mandato con respecto a lo ofrecido en competencia dentro de los procesos electorales. Lo que a partir de ahí pueda hacerse tendrá que ajustarse a las normas jurídicas. Peligroso sería que estas fueran desplazadas por lo que “la elección”, cual oráculo, ordenara a cada rato a quienes la interpretarán e irán administrando. José Ramón Cossío vía El País https://elpais.com/internacional/2018/08/08/actualidad/1533679505_615667.html

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