Romper el cristal. La mujer que trabaja tiene entonces dos trabajos. Pero, como observó la Corte, a pesar de que la participación laboral de las mujeres ha aumentado, ello no se ha traducido en una reasignación de las tareas domésticas, así que la mujer que trabaja tiene menos tiempo libre que un hombre porque hacer ambas jornadas consume sus horas. Así que, ¿cuál igualdad? ¡Cuál tema de «capacidad» ni qué nada! Margarita Ríos-Farjat Vía reforma https://refor.ma/XW-cbKNM

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