El espejismo del cambio. Desde luego, en el repertorio de mañas heredadas está la voluntad no de ser mayoría, sino aplanadora. Las mayorías se construyen en torno a propuestas y
proyectos de políticas discutidas y deliberadas. Son coincidencias de propósitos, que sin duda implican intercambios de posiciones. La aplanadora, en cambio, es una maquinaria disciplinada al servicio del poder y para lograrla no se necesita construir coincidencias programáticas ni afinidades ideológicas: se requiere, en cambio, intercambios de favores y mecanismos sancionadores. La mayoría es reflexiva, la aplanadora es monolítica y disciplinada. Para construir su dominio en el Congreso, MORENA no ha necesitado presentar una agenda bien trabajada y discutida. Le ha bastado con aprovechar las reglas de sobrerrepresentación y para consolidar su predominio absoluto, de manera que pueda presidir la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados durante toda la legislatura, y con ello controle la formación de la agenda, ha recurrido a la compra por intercambio de favores de un puñado de saltimbanquis del falso Partido Verde. Como que esta gran transformación se parece demasiado a lo de siempre. Jorge Javier Romero vía Sin Embargo http://www.sinembargo.mx/06-09-2018/3467444

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